
El crecimiento urbanístico en América Latina y, especialmente, en el Perú, exige infraestructura energética más limpia, confiable y moderna. En ese contexto, los sistemas de almacenamiento de energía (BESS, por sus siglas en inglés) están ganando protagonismo frente a los tradicionales grupos electrógenos a diésel o gasolina.
¿Qué es un sistema BESS?
Un BESS (Battery Energy Storage System) es una solución tecnológica que permite almacenar electricidad, generalmente proveniente de fuentes renovables como paneles solares, y utilizarla cuando más se necesita: durante cortes de energía, picos de demanda o incluso para operar en horas donde la tarifa eléctrica es más cara.
Ventajas del BESS frente a un grupo electrógeno
1. Silencioso y sin emisiones
Los grupos electrógenos son ruidosos y contaminantes, mientras que los BESS operan en silencio total y no emiten gases contaminantes. Esto es fundamental para zonas urbanas densas, hospitales, escuelas o residencias.
2. Reducción de costos operativos
Aunque la inversión inicial puede ser mayor, el BESS no necesita combustible ni mantenimiento constante como los generadores. A largo plazo, representa ahorros significativos.
3. Sostenibilidad energética
El BESS se integra fácilmente con sistemas solares fotovoltaicos, promoviendo un modelo de energía limpia, descentralizada y autosuficiente.
4. Respuesta inmediata
A diferencia de los grupos electrógenos que requieren tiempo de encendido, los BESS responden al instante ante un corte de energía, lo cual es crucial para servicios críticos como hospitales, semáforos o servidores municipales.
5. Modularidad y escalabilidad
Los sistemas BESS se pueden ampliar según la demanda, adaptándose tanto a una vivienda como a un complejo habitacional o centro comercial.
Clave para el desarrollo urbano y la infraestructura pública
En ciudades que crecen rápidamente, contar con sistemas BESS permite:
✅ Estabilizar el suministro eléctrico en zonas de expansión donde la red aún no es sólida.
✅ Garantizar continuidad operativa en hospitales, comisarías, municipios y estaciones de bombeo de agua.
✅ Mejorar la resiliencia energética ante desastres naturales o apagones masivos.
✅ Promover el uso de energías renovables en proyectos públicos y reducir la dependencia de combustibles fósiles.
Conclusión
Mientras los grupos electrógenos representan una tecnología del siglo pasado, los BESS encajan perfectamente con las ciudades del futuro: inteligentes, limpias y sostenibles. Invertir en almacenamiento energético no es solo una tendencia; es una decisión estratégica para asegurar la eficiencia, seguridad y sostenibilidad del crecimiento urbano y de la infraestructura pública.